Se estima que las lluvias de fines de abril puedan repercutir negativamente en la calidad del 15% al 30% de la producción de este año.
José Pablo Correa, asesor de nogales y co-fundador de Trinuts.
En la actualidad nos estamos enfrentando como industria a una realidad que veíamos lejana y que no había sucedido hace bastante tiempo, que es contar con lluvias intensas en el periodo de cosecha durante abril.
Según información del Boletín de Productores de abril 2022 realizado por la exportadora South365, luego de las lluvias se esperan alzas mayores en calibres grandes de nueces, a la espera de conocer la magnitud de los daños. Mientras que los calibres medianos y chicos se mantienen en niveles similares a los de las últimas dos temporadas.
Si bien, años anteriores se habían presentado situaciones similares donde la industria se vió muy conmocionada por poder manejar la logística de cosecha y la fruta en sí, que postulaba a una menor calidad, hoy en día es importante recordar los puntos más relevantes en los cuales tenemos que hacer hincapié para evitar perder calidad y lograr tener una mejor fruta final.
José Pablo Correa, co-fundador de TriNuts y Asesor de Nogales y Procesos, relata que hoy existe un porcentaje importante de los campos que se encuentra con gran parte de la cosecha lista, “estamos hablando de aproximadamente un 70% o un 80%, que son los campos que pudieron cosechar más rápido o que tuvieron la capacidad para gestionarlo. Todos esos campos van a llegar con una mejor posición o van a terminar con un mayor porcentaje de su fruta dentro de un rango de mejor calidad y color”, sostiene.
Haciendo un análisis de lo que se vivió este año en cosecha de nogales en el país, el asesor comenta, que se vieron bastante sincronizadas. “Lo que normalmente generaba una semana mínimo a diez días de diferencia entre la cosecha entre las regiones O´Higgins, Metropolitana y la cosecha de Los Ángeles y Biobío, este año no sucedió, no tuvimos ni una semana de diferencia, lo que derivó en que las plantas de proceso y los prestadores de servicios de cosecha mecanizada se vieron muy apretados y con una logística muy complicada, por ende, hubieron muchos campos en que no llegó la prestación de servicio a tiempo y eso va en desmedro en la calidad de la fruta”.
Degradación de color
Las nueces son pagadas en el mercado en cuanto a su color, que van entre Extra-Light, Light, Light Amber, Yellow y Amber, mientras más claras o blancas sean las nueces postulan a una mejor categoría de precio.
La condición climática que afecta al país actualmente repercutirá negativamente en las cosechas. Transitando la última semana de abril nos encontramos con un porcentaje importante de las cosechas sin terminar, aproximadamente un 30% y se espera una lluvia de 30 milímetros, donde probablemente algunos campos van a demorar en poder tener una buena condición de cosecha mecanizada o manual.
Mientras que los campos que cuentan con el recurso de tener cosecha mecanizada propia, dependiendo del tipo de suelo que posean es probable que tengan que esperar dos días para que el suelo se pueda orear y pueda estar en condiciones adecuadas para comenzar la cosecha.
En cuanto a los campos que tienen disponibilidad de cosecha manual, comprendiendo al complejo escenario al cual se enfrentan, tendrán que esperar dos días entre una condición propensa o una condición adecuada para iniciar la cosecha.
“Toda esta fruta que se vea sometida a esta condición de exceso de humedad y temperaturas post lluvia va a tener probablemente una alta pérdida de color. Desde que las lluvias se detienen y las nueces quedan en un ambiente húmedo, empieza a correr la cuenta regresiva en cuánto nos demoramos en recoger esa fruta para evitar la degradación del color”, indica José Pablo Correa.
¿Qué es lo que se necesita para perder color?
Para que la nuez comience a perder color necesitamos que la fruta esté en condición de humedad y que tenga calor directo. Es ahí cuando ocurre el efecto de condensación de la pepa con la cáscara y posteriormente la nuez se comienza a manchar.
Como consecuencia de lo anterior, es probable que la industria esta temporada tenga un volumen importante de fruta de mala calidad por vender, lo cual va a empeorar las labores comerciales de venta, donde ya existe fruta comprometida por los exportadores.
“Seguramente se va a generar que el promedio de venta de toda la fruta de la temporada chilena sea un promedio más bajo y eso nos puede llevar a un menor retorno o una liquidación más baja para los productores, entendiendo que es probable que casi todos los productores tengan fruta antes de lluvia y después de lluvia, entonces se van a obtendrán calidades muy distintas”, indica el asesor de nogales.
Es aquí donde radica la urgencia de saber cómo manejar las eventuales precipitaciones y sus efectos.