Es clave poder identificarlos a tiempo con la supervisión correcta para evitar que la fruta pierda calidad.
José Pablo Correa, asesor de nogales y co-fundador de Trinuts.
Los puntos de impacto de la fruta son un tema muy importante, ya que existen dos áreas donde se pueden producir, una es la cosecha y otra es en proceso de despenolado o secado.
En cuanto a la cosecha es importante prever desde la primera intervención al huerto con maquinaria en donde tenemos que identificar si el remecedor está pisando o está destruyendo un porcentaje de la fruta. En reiteradas ocasiones esto pasa porque no se está utilizando de manera adecuada o porque los barre nueces instalados en las ruedas del remecedor no están funcionando correctamente, como también por problemas como la altura de las cerdas, ya que estos filamentos que barren y sacan las nueces del camino de la rueda para que no la pisen muchas veces se desgastan generando inconvenientes.
Cuando estos mismo no son regulados ni revisados con antelación puede que el remecedor durante el tránsito rompa un porcentaje importante de fruta, que posteriormente es recogida por el barredor, el cual la amontona y empieza a incorporar nueces partidas o trizadas, lo que va en desmedro de la calidad requerida.
José Pablo Correa, co-fundador de TriNuts y asesor de nogales y procesos, explica la importancia de regular el barredor adecuadamente, “esto es un implemento que también puede generar un impacto o daño importante en la fruta, es necesario abordar los puntos de regulación y los puntos críticos donde se pueda generar algún daño”, señala.
A continuación del barredor, viene el recogedor donde usualmente no se producen daños, ya que es una máquina con buena velocidad y capacidad. Si es que ya se realizó todo el recorrido por cosecha y se ha identificado el bins cosechado, antes de despacharlo a la planta de proceso y no existe un porcentaje relevante de nuez trizada, partido o algún daño mecánico que podamos estar generando nosotros mismos, es hora de pasar a la siguiente etapa que consiste en revisar el comportamiento de nuestra fruta en la planta de despelonado y de secado.
“En los primeros días de cosecha es donde nosotros tenemos que realizar el seguimiento a la planta de proceso para identificar si hay algún daño que estamos generando en cosecha y así poder tener velocidad de reacción y respuesta. Entonces, una vez que llegamos a la planta de proceso lo primero que debemos hacer es revisar en que condiciones esta entrando esta fruta, para luego hacer seguimiento al comportamiento de la fruta en todos los puntos de la planta de proceso”, indica el asesor.
Cinta de elevación, cautela necesaria
La entrada de la fruta a la planta de procesa comienza con su recepción en un pavo que se eleva por una cinta y empieza a pasar por distintos procesos de limpieza con aspiradores que sacan las impurezas, donde se pueden generar algunos impactos donde la fruta es sometida a algunos golpes previos a entrar al proceso de despelonado.
Las cintas de elevación se han constituido como uno de los principales escenarios donde la fruta se rompe o se le genera daño, esto muchas veces puede estar ocasionado por las distintas velocidades de la máquina, ya que, si no está bien sincronizada y regulada para que trabaje a una velocidad armoniosa, posiblemente se formaran tacos de frutas donde una cinta eleve más fruta de la que es capaz de procesar el siguiente cuerpo de la máquina.
Bajo el mismo concepto de las cintas de elevación el despelonador es una máquina poderosa, ya que tiene la facilidad de proporcionar daños a un porcentaje de fruta mas alto ya que es está diseñada para eliminar el pelón y para eso es necesario generar un efecto abrasivo sobre la nuez para que el pelón pueda ser eliminado de esta fruta, obviamente teniendo las precauciones y evitando que se rompa la cáscara.
Concluyendo el proceso, se debe revisar la fruta en el cajón de secado, donde se ubica como producto terminado y está a la espera de recibir el secado adecuado para terminar de definir la calidad. Este momento es clave, ya que es ahí donde se debe revisar que la fruta esté en la misma condición de calidad que ingresó en la planta de proceso y que venía de cosecha.
El revisar la fruta en esta parte del proceso es de suma importancia, ya que a través de esta inspección se darán a conocer datos claves para tener un análisis sobre en qué parte de la planta se está rompiendo el producto. “Esta es la única manera que tenemos en la industria como agricultores y productores de poder cuidar y defender nuestra calidad de fruta, trabajamos todo el año para generar kilos para producir calibres, fruta de calidad con buenas cáscaras, por ende, es en estos puntos donde tenemos que tomar todas las precauciones para evitar perder la calidad que tanto nos ha costado producir”, sugiere el experto.