Eduardo Donoso, fitopatólogo y director de R&D de Bio Insumos Nativa, comparte su opinión con respecto a los temas que más se discuten en el rubro.

Eduardo Donoso, fitopatólogo y director de R&D de Bio Insumos Nativa.

Hay una demanda importante de los mercados de bajar residuos y sacar varios productos químicos de los programas, algunos significativos para los nogales, almendros y otros carozos, como lo es el uso de los cobres, donde se están produciendo restricciones de su uso, más allá de la posibilidad de que queden residuos en la fruta, sino porque es un metal pesado y genera un impacto negativo en el suelo.

El fungicida, Mancozeb, el cuál está indicado para la prevención de numerosas enfermedades fungosas de una amplia variedad de cultivos, también se usa para reducir el riesgo de resistencia por parte de bacterias patógenas al cobre, sin embargo es uno de los productos que “viene de salida” del mercado, ya que se ha visto efectos endocrinos asociados al Alzheimer. En la actualidad, la Comunidad Europea ya lo prohibió, lo que generará restricciones a su uso en los países que exportan a ese mercado. 

En esa misma línea, las restricciones del cobre van a cambiar completamente el manejo de enfermedades importantes como la Peste Negra, que actualmente en la zona central tiene dos o tres aplicaciones, que se pueden reemplazar fácilmente con biológicos. En cambio, en el sur hay de 16 a 18 aplicaciones por temporada, por lo que sería más difícil de solucionar.

La complejidad radica en que son productos antiguos y baratos, entonces todas las otras alternativas son bastante más caras y ahí se requiere un manejo de estrategia que permita que con menos aplicaciones de otros productos se obtenga el mismo nivel de control, ya que de lo contrario la rentabilidad se vería mermada.

Inductor de resistencia, un camino de ida

Lo que se aproxima bastante fuerte en cuanto al manejo, son productos como el TANIRI (WP), bioestimulante en base a Pseudomonas protegens, que actúa como promotor natural del crecimiento, mejorando el desarrollo vegetal y ayuda a enfrentar de mejor manera condiciones de estrés ambiental en el árbol.

Este inductor de resistencia hace que la planta genere defensas y con eso se inserte una estrategia de control integrada, además de lograr mejorar el control de la enfermedad, no en un cien por ciento, pero si a un nivel que sea aceptable. 

Esto es súper interesante para los nogales y para los almendros, que idealmente con menos aplicaciones y mojamientos, se logren mejores niveles de control. Esto está todo a nivel experimental.

“Esperamos que en dos temporadas más ya tener resultados consistentes con el inductor de resistencia”.

Si hacemos aplicaciones en la poda o en la caída de hoja y colonizamos las yemas con los biológicos (Nacillus), independientemente cuando lo hagamos, si es antes de la brotación generará un impacto importante en el nivel de incidencia en la enfermedad de la temporada siguiente. Eso tiene dos cosas interesantes, uno que es innovador y dos que te permite partir la temporada en una mejor condición y eso hace que todo el resto del manejo sea más fácil.

En el suelo hay una oportunidad trascendental porque los biológicos en el suelo funcionan excelente, mejor que los químicos en el control de enfermedades, pero además estimulan el crecimiento de raíces y hacen que las plantas sean mucho más eficientes.

Actualmente, estamos viendo en cereales, tomates y papas que podemos bajar hasta la mitad de la fertilización manteniendo los mismos rendimientos, eso disminuye un montón de impacto ambiental, de costos, ya que los fertilizantes están cada vez más caros, y a su vez con eso baja también la huella de carbono ya que reemplazas un químico. 

Generalmente es reemplazar un kilo de químicos por uno de biológico, pero si sacas la mitad de los fertilizantes o un 30% de ellos, estás hablando de toneladas y eso es menos barcos, camiones y menos logística moviendo todo esto, lo que ya de por sí baja la huella de carbono.

“Ahí hay una oportunidad súper importante de bajar costos y disminuir la huella de carbono al mismo tiempo con aplicaciones que son muy potentes para mejorar los huertos”.