Por Nicolás Manterola, ingeniero agrónomo y asesor de avellanos europeos/nogales de Trinuts.
En este período, cuando tenemos un nuevo flush de crecimiento radicular, es relevante ser efectivos en el manejo de los riegos – en sus frecuencias y tiempos correctos – según la condición de suelo y zona climática donde esté ubicado el huerto. Para esto, es necesario ocupar adecuadamente las herramientas de riego que estén disponibles, tales como calicatas, sondas de humedad de suelo, evapotranspiración, junto con el coeficiente de cultivo.
Tener una condición de suelo con muy baja humedad puede provocar severas deshidrataciones de raíces y así un menor desarrollo de éstas mismas, lo que va a implicar un menor crecimiento vegetativo y productivo de los árboles.
Por otro lado, si se mantienen humedades muy altas – condiciones saturadas – disminuye la cantidad de oxígeno en el suelo y, por ende, también el crecimiento radicular se verá afectado. Además, una condición de saturación sostenida en el tiempo podría provocarle un debilitamiento al árbol, lo que conllevará a infecciones por hongos y bacterias del suelo, como Phytophthora o Fusarium, entre otros.
De esta manera, aplicar buenas estrategias de riego durante este periodo hasta la cosecha nos asegurará mantener adecuados desarrollos del árbol y de los frutos, sin correr riesgos en disminuir las cargas y las calidades productivas.
Por último es clave mencionar que las¿ buenas prácticas hídricas ayudan a mantener buenas cualidades de la madera y evitar su debilitamiento para la próxima temporada.
Por Nicolás Manterola, ing.agrónomo y asesor de avellanos europeos/nogales de Trinuts.
En este período, cuando tenemos un nuevo flush de crecimiento radicular, es relevante ser efectivos en el manejo de los riegos – en sus frecuencias y tiempos correctos – según la condición de suelo y zona climática donde esté ubicado el huerto. Para esto, es necesario ocupar adecuadamente las herramientas de riego que estén disponibles, tales como calicatas, sondas de humedad de suelo, evapotranspiración, junto con el coeficiente de cultivo.
Tener una condición de suelo con muy baja humedad puede provocar severas deshidrataciones de raíces y así un menor desarrollo de éstas mismas, lo que va a implicar un menor crecimiento vegetativo y productivo de los árboles.
Por otro lado, si se mantienen humedades muy altas – condiciones saturadas – disminuye la cantidad de oxígeno en el suelo y, por ende, también el crecimiento radicular se verá afectado. Además, una condición de saturación sostenida en el tiempo podría provocarle un debilitamiento al árbol, lo que conllevará a infecciones por hongos y bacterias del suelo, como Phytophthora o Fusarium, entre otros.
De esta manera, aplicar buenas estrategias de riego durante este periodo hasta la cosecha nos asegurará mantener adecuados desarrollos del árbol y de los frutos, sin correr riesgos en disminuir las cargas y las calidades productivas.
Por último es clave mencionar que las¿ buenas prácticas hídricas ayudan a mantener buenas cualidades de la madera y evitar su debilitamiento para la próxima temporada.