Por María Paz Roses, asesora en Manejo de Suelo y Nutrición Integrada de Agrointegral.
Lo más importante en la actualidad es poder entender el concepto que el suelo es un organismo vivo, que se transforma en el tiempo, quizás no de una manera tan rápida, pero lo hace, tiene propiedades físicas, químicas, microbiológicas. Tiene una población de microorganismos que participan en todas las reacciones químicas, mineralización y disposición de nutrientes y eso hoy es indispensable para pensar en una agricultura sustentable, haciendo un uso más racional de fertilizantes.
Yo creo que durante mucho tiempo el suelo se trato de una forma extractiva, en donde a las plantaciones se les sacaba todo al máximo, pero nunca existió una preocupación de devolver y revisar que pasaba si uno aplicaba algo en exceso, el efecto del uso en demasía de fertilizantes, que al final la mayoría son sales, que suben la conductividad eléctrica, hacen cambiar el pH y eso obviamente afecta la vida microbiana.
Es por esto, por lo que es clave este cambio de concepto para la realidad actual de los suelos, además de tener la idea de que uno tiene que alimentar y manejar el suelo para que este, a su vez, alimente a la planta. Es la vía natural de entrada de los nutrientes a la planta, es importante entender todo como un sistema no como un sustrato a explotar.
Para continuar con la misma pensamiento, es clave hacer análisis de suelo, tanto en las propiedades físicas, químicas, biológicas y de microorganismos. Hoy trabajamos con laboratorios que hacen análisis de enzimas, hay muchos microorganismo que son solubilizadores del suelo, otros, también fijan el nitrógeno atmosférico.
Cuando uno cuida, mantiene y entiende que eso va a traer beneficios productivos tiene más sentido diagnosticar y analizar, y luego a partir de eso hacer estrategias de manejo.
Quizás hay cosas que las vamos a poder manejar a corto plazo, pero hay otras que no, como el suelo degradado, desbasificado que es largo y costo de recuperar.
Entonces si nosotros no cuidamos el suelo, nos termina saliendo más caro que haber realizado un manejo sustentable y prevenido, para haber mantenido las propiedades naturales del suelo.