Actualmente el nogal está terminando un período importante, el cual marca su primer crecimiento vegetativo para luego iniciar el segundo que ocurre desde enero a marzo.
En conjunto a esto, los primeros días de enero principalmente para la zona central se empieza a generar el proceso de transformación de la pepa, es decir, desde estado de gel a sólido, proceso que tiene un alto consumo energético y un gran requerimiento de potasio.
En este periodo es fundamental contar con las herramientas necesarias para proporcionarle al árbol las condiciones óptimas para realizar un adecuado llenado.
José Pablo Correa, asesor de nogales de Trinuts comenta, “esto consiste en tener un árbol con un buen manejo hídrico, es decir, que no le falte agua en los períodos importantes, además es primordial que el árbol esté en una condición cómoda, libre de cualquier estrés”.
Algunas de los estreses para el cultivo son las zonas de mucho viento, temperaturas altas, enfermedades, entre otras situaciones.
“Es importante propiciar los aportes de potasio vía foliar en el momento preciso, ¿por qué vía foliar?, porque sabemos que las aplicaciones de más rápida asimilación y con buena cantidad de hojas activas son por esta vía. Acá es donde cumplen un papel protagónico las estrategias de aporte de potasio durante los primeros días de enero, para ayudar a mejorar y movilizar el llenado de la fruta”, sostiene Correa.
Si hablamos de la zona central, la transformación de la pepa de gel a sólido ocurrirá en el inicio del 2023, mientras que más al sur se efectuará aproximadamente diez días después, según las temperaturas.
Buenas decisiones que determinan el resultado
Próximos a la cosecha es primordial saber cómo incide un buen llenado de pepa en las liquidaciones finales del cultivo. Considerando que la industria está exigiendo tener volumen y calidad, eso significa estar por sobre los 7 mil kilos por hectárea, contando con buenos calibres y llenados.
Fernando Cabrera, gerente agrícola de la exportadora Pacific Nut ratifica la relevancia del llenado de pepa, “estamos hablando de kilos de fruta, una nuez con bajo rendimiento de pepa, que es una nuez que puede estar pesando 8 o 9 gramos, versus una nuez de buen rendimiento de pulpa sobre el 50% – 51 %, es una fruto que pesará más”.
“Desde el punto de vista de las liquidaciones de fruta que se dividen en dos, tanto cáscara como industrial, toma un preponderancia importante donde al final lo que se vende no es la cáscara es la pepa, ya sea a través de partido mecánico o manual. Al final el llenado son kilos de fruta, entonces al igualar un kilo de cáscara, yo puedo tener 53 gramos de pulpa o puedo tener 45, si tengo un mal llenado”, ejemplifica Cabrera.
El representante de las exportadora de frutos secos señala que desde el punto comercial de la venta esto le puede afectar firmemente al agricultor, “de acuerdo a liquidaciones de productor pueden existir diferencias entre un 10% y 15% de retorno productor en base a una nuez con buen llenado y a otra que no. En el fondo a menor llenado con rendimiento de un 46% a un 47% podrían tener diferencias de un 10% a 15% de retorno de productor en relación con una nuez de un buen llenado sobre un 50%”.
Este momento es clave para el nogal, tal como lo indica el gerente agrícola de Pacific Nut, “podríamos haber hecho un buen crecimiento de fruta desde el punto del calibre que se juega hasta diciembre o los primeros días de enero, pero si no logramos llenar esa fruta desde enero a marzo que es donde el árbol tiene el mayor consumo energético, esas nueces no van a pesar y generaran baja pulpa y baja relación pulpa- cáscara”, indica.
“Hoy día como industria tenemos las herramientas disponibles para poder comprender y analizar qué estrategia nos conviene. Por ejemplo, deberíamos contar a la fecha con un análisis foliar para poder comprender qué elementos tiene la planta disponible y cuáles no, por lo que estas estrategias son fundamentales para tomar buenas decisiones”, concluye el asesor.
Los expertos recomiendan que el llenado de pepa sea sobre el 50% para obtener un buen retorno. “Esa es una meta, desde el punto de vista de empresa exportadora, obviamente tratando de empujar a un buen llenado, pero, desde el punto del retorno sí se marcan diferencias entre un productor con bajo rendimiento que esté sobre el 50% de rendimiento de pulpa-cáscara”, señala Cabrera.