El especialista de Netafim, Miguel Orellana nos explica algunas especificaciones importantes para poder subsanar esta problemática.
Tras las intensas lluvias que afectaron en gran manera la zona centro sur y que ocasionaron graves problemas en muchos huertos, consultamos algunas recomendaciones para poder revisar e implementar a la brevedad.
Para asegurar el óptimo desempeño de los sistemas de riego durante todo el año, es esencial llevar a cabo inspecciones técnicas, especialmente en invierno y sobre todo con el precedente de lo acontecido hace algunas semanas.
Indudablemente, un exhaustivo chequeo puede prevenir daños que, a la larga, tendrían un impacto significativo en la productividad y calidad de la cosecha, y, en última instancia, en la economía de los productores.
Por tanto, es crucial que aquellos encargados de esta tarea se tomen esta recomendación con seriedad y dediquen tiempo para asegurarse de que todo funcione adecuadamente. Ya que el objetivo es llegar a la próxima temporada de riego con un sistema en perfectas condiciones y calibrado, para así cumplir con el programa establecido de manera eficiente.
En los equipo de riego existen componentes que se alojan en casetas que se encuentran cubiertas a la lluvia y por otro lado, otras que se ubican a campo abierto.
En virtud de lo que ha pasado con las inundaciones es lo que hay que hacer, indica el especialista de Netafim Chile, Miguel Orellana, quién enfatiza, “en caseta es muy importante revisar estado de filtros y bombas, aprovechar la instancia para realizar las mantenciones anuales del equipo y verificar que no hayan sufrido daño, si la caseta quedo sumergida bajo el agua, revisar la estructura que pudo haber quedado debilitada por la fuerza del agua, también revisar las instalaciones eléctricas y las conexiones con los elementos del equipo antes de hacerlos funcionar, de manera que no se produzcan cortes o daños más graves cuando comencemos con el funcionamiento”.
Además agrega, “verificar las conexiones de componentes electrónicos, revisar que no tengan sedimentos porque si hay filtrones o si hay componentes de filtros que estén con algunos daños producto del barro, probablemente hay que pensar en un recambio más que tratar de limpiarlos, justamente por su delicadez”.
En el caso de los componentes que están afuera es distinto, “normalmente ahí vamos a tener arrastre de material y vamos a tener depositación dentro del campo. Con esto, pueden pasar dos cosas, una de ellas es que podemos tener rupturas, de nodos, de válvulas, donde hay que tener bastante cuidado porque si eso ha sucedido lo más probable es que tengamos que hacer una limpieza de descoles bastante minuciosa para sacar el barro”, indica Orellana.
El experto señala que, suponiendo que los grupos de válvulas instaladas sufren daños debido a una piedra que fue arrastrada por la corriente del campo, es muy probable que esto exponga el sistema a la entrada de barro, lo que podría generar complicaciones en el futuro si no se retira ese barro, especialmente para los emisores de riego.
Es crucial asegurarnos de que ninguna línea esté cubierta de lodo. Si permitimos que las líneas permanezcan enterradas bajo el lodo, existe la posibilidad de que se endurezca con el tiempo, lo que dificultaría mucho su retirada.
Además, “si ponemos en funcionamiento el equipo con líneas enterradas y los goteros no están preparados para ser anti-sifón, existe un alto riesgo de que en algún momento puedan sufrir succión de barro, lo que ocasionaría obstrucciones y problemas de flujo. Por tanto, es esencial evitar estos escenarios y mantener las líneas limpias y adecuadamente preparadas para el riego”, argumento el representante de Netafim.
“Es importante realizar una verificación de las válvulas de control en el terreno. En nuestro sistema, utilizamos alambres de cobre en las válvulas para las conexiones positivas. Es fundamental asegurarse de que estas válvulas reciban correctamente las señales desde las casetas y que sean capaces de abrirse y cerrarse de manera adecuada”, señala.
Por tanto se recomienda revisar minuciosamente que las señales lleguen de manera correcta a las válvulas desde las casetas y que estas respondan adecuadamente, garantizando un funcionamiento óptimo de todo el sistema de control. Esta verificación permitirá asegurar la eficacia y fiabilidad del sistema de riego.
Después de realizar el lavado de las líneas, se sugiere llevar a cabo un aforo para evaluar el caudal y detectar posibles problemas de obstrucción en los goteros.
La implementación de este aforo nos brindará información valiosa sobre el estado actual del caudal en el sistema de riego y nos permitirá identificar cualquier posible curación o bloqueo en los goteros.
“Es posible que haya ocurrido una rotura significativa en los tubos de las válvulas de aire. Es crucial realizar todos los esfuerzos necesarios para localizar y reparar estos daños, ya que cualquier residuo que quede enterrado bajo el barro y pase desapercibido puede convertirse en una entrada de barro en el sistema, lo cual pondría en riesgo el funcionamiento adecuado de los goteros”, sostiene Orellana.
Una vez que el barro entra en el sistema sería recomendable desarmar válvulas, ya que puedan estar afectadas sus membranas, o válvulas de aire en el mecanismos por lo que es recomendable sacar , lavar y desarmemos para que volvamos a juntar para poder asegurar que vamos a poder empezar la temporada con un equipo limpio y en perfectas condiciones.
“En terreno un punto muy importante, es la limpieza de los canales que evacuan agua del campo, de manera de facilitar el desagüe natural. La maleza ralentiza el flujo del agua y provoca que los suelos aledaños se mantengan saturados más tiempo”, indica el experto.
También comenta, “hay zonas donde desapareció el primer horizonte del suelo, arrastrado por el flujo del desborde de ríos y canales, es recomendable en esas zonas realizar un análisis químico para determinar en que condiciones se encuentra la materia orgánica, nutrientes y otros parámetros. También revisar estado de camellones o platabandas y reconstruir donde sea necesario”.
“Lo más importante son las lecciones aprendidas, estos eventos pueden repetirse y es importante antes de la temporada de lluvia preparar el campo, mantener limpios canales, mapear donde se producen acumulaciones de agua, para de esta manera construir soluciones que nos ayuden con la evacuación del agua dentro del campo”, enfatiza el experto de Netafim.