El productor argentino Dario Martin, investigador del Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias (INTA) y especialista en Fruticultura, ofreció una visión detallada sobre los desafíos enfrentados durante la temporada 2023-2024 en los huertos de avellanos europeos. Según Martin, las condiciones climáticas adversas jugaron un papel crucial en el rendimiento de la temporada. Las altas temperaturas del verano provocaron estrés en las plantas, resultando en la caída temprana de flores masculinas y problemas de polinización, especialmente en variedades como Tonda di Giffoni.
La temporada desafiante resalta la importancia de la investigación continua y la implementación de estrategias adaptativas para mantener la salud y productividad de los huertos de avellanos en la región. Conoce más en la siguiente entrevista al productor.
Cuéntanos un poco más de tu trabajo. ¿Cuál es tu papel en el INTA?
D.M: Soy investigador del Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias (INTA). Pertenezco a la Estación Experimental Agropecuaria Valle Inferior del Rio Negro, y me desempeño en área de Fruticultura. Mi especialidad es en manejo y producción del avellano europeo. También soy profesor de Fruticultura de la Universidad Nacional de Rio Negro.
¿Podrías describirnos como ha sido la temporada en tu zona? ¿Han enfrentado algún desafío particular o alguna situación inesperada durante esta temporada?
D.M: La temporada 2023-2024 no fue buena para el avellano europeo en nuestra región, debido a las condiciones climáticas adversas que afectó la producción. Por un lado, las temperaturas extremas del verano del 2023 (temperaturas máximas más altas de lo normal en enero y febrero) ocasionaron importantes problemas de estrés en las plantas, lo que provoco, entre otras cosas, aborto o caída temprana de amentos (o flores masculinas). Esta situación generó problemas de polinización en los huertos, sobre todo en plantaciones de la variedad Tonda di Giffoni, ya que hemos registrado mayor cantidad de amentos caídos en variedades polinizadores que se utilizan normalmente junto a esta variedad principal. Es evidente las diferentes respuestas que muestras las variedades al estrés por altas temperaturas y/o por déficit hídrico. Por esto, considero oportuno y fundamental profundizar los estudios de adaptación varietal a nivel regional para una adecuada selección de variedades en un contexto de cambio climático.
Por otro lado, durante septiembre y octubre ocurrieron heladas de importancia para el avellano dado la duración e intensidad de estas, y que ocasionaron daños en flores pistiladas afectando directamente la producción del año. La magnitud de las pérdidas fue variable en función de la intensidad y duración de las heladas en cada sitio o huerto en cuestión, y de variedad.
Por estas situaciones cada vez más recurrentes, desde el INTA estamos trabajando en la caracterización y revalorización de variedades y plantas silvestres (plantas de semillas) con el fin de identificar o conocer aquellos materiales genéticos más tolerantes o resilientes a estas condiciones climáticas adversas.
¿Cuáles son las principales enfermedades que han afectado sus huertos de avellanos europeos en esta temporada? ¿Qué medidas han tomado para controlarlas?
D.M: La principal enfermedad que ha afectado los huertos de avellanos en esta temporada ha sido bacteriosis (Xanthomonas arboricola). Los huertos jóvenes fueron los más afectados, probablemente porque sufrieron más lesiones o heridas por heladas durante la primavera. Estas lesiones son vías de entrada para los patógenos. Para el control de bacteriosis se aplicaron tratamientos preventivos con productos cúpricos en época de brotación, y durante el crecimiento de brotes primaveral dado las condiciones climáticas de la temporada.
En cuanto a plagas, los huertos tuvieron ataques de pulgones, cochinillas y arañuelas, pero en esta temporada la plaga más importante por su incidencia y distribución regional fue la arañuela roja europea (Panonychus ulmi). En general, los veranos calurosos y secos (baja humedad ambiental) son más propicios para el desarrollo de los ácaros. Las arañuelas fueron controladas con insecticidas acaricidas en diferentes momentos de la temporada, según el monitoreo fitosanitario y del producto utilizado (ovicidas y/o para control de adultos).
¿Qué estrategias de manejo integrado de plagas y enfermedades implementan en tu huerto para mantener la salud de los árboles?
D.M: Se hace mucho hincapié en el monitoreo de plagas y enfermedades para establecer los programas sanitarios, junto a la evolución climática de la temporada. Dentro de las posibilidades recomendamos aplicaciones de productos específicos para la plaga o enfermedad en cuestión, tratando de cuidar o respetar los enemigos naturales que abundan en los huertos de avellanos de nuestra región.
¿Han experimentado algún cambio significativo en las enfermedades que afectan a tus avellanos en comparación con temporadas anteriores? ¿A qué crees que se debe este cambio, si lo hay?
D.M: En términos generales, no hemos experimentados cambios significativos en las enfermedades que afectan los huertos de avellanos. La realidad es que los huertos de la región no presentan grandes problemas sanitarios. No hemos detectado plagas y enfermedades de consideración que si han sido reportados en otras zonas productoras de avellanas del mundo. Esta situación sanitaria representaría una ventaja comparativa importante de la zona. De todas maneras, el monitoreo sanitario es constante, y es así como en las últimas temporadas hemos reportado agentes patógenos que no habían sido detectados en los avellanos cultivados en nuestra región, tales como cochinilla café (Parthenolecanium persicae), oidio (Phyllactinia guttata) y el ácaro Tetranycopsis horridus.
¿Cómo evalúas la salud general de los huertos en esta temporada? ¿Has notado algún signo de estrés o debilitamiento en ellos?
D.M: Como comenté anteriormente, la sanidad de los huertos fue afectada por las condiciones ambientales desfavorables de la temporada. Las heladas generaron heridas importantes en las plantas haciéndolas más susceptibles a las enfermedades, mientras que el estrés térmico e hídrico provocó la deshidratación y necrosis foliar disminuyendo la capacidad fotosintética de la planta, el normal desarrollo de las plantas, y por ende la salud de las mismas.
¿Qué medidas de prevención o control implementas para proteger tus avellanos europeos de enfermedades en el futuro?
D.M: Una de las medidas más importante que se deben implementar en los huertos es el monitoreo constante para la detección temprana de la enfermedad o plaga, como así también conocer el ciclo vital de los agentes perjudiciales para ajustar adecuadamente las medidas preventivas o curativas, esto es, tratamientos en los momentos oportunos, elección adecuada de los productos fitosanitarios, etc.
¿Podrías compartir con nosotros cómo ha sido el rendimiento sus huertos de avellanos europeos en esta temporada? ¿Ha sido satisfactorio en comparación con temporadas anteriores?
D.M: Como mencione anteriormente, la temporada no fue buena productivamente para el avellano por las malas condiciones climáticas para el cultivo. La variedad más afectada fue Tonda di Giffoni con mermas productivas que ronda el 60-90% respecto de la temporada anterior, según el huerto. Barcelona fue la variedad menos afectada, sin embargo, las mermas fueron de alrededor del 50-60%.
En Argentina, ¿cuáles son los principales mercados a los que exportan sus avellanas? ¿Has notado algún cambio en la demanda de tus productos en estos mercados en los últimos años?
D.M: En Argentina los volúmenes de producción son bajos comparados con los de Chile. En nuestra zona la superficie plantada no llega a las 1000 hectáreas, y en la actualidad varias de estas corresponden a plantaciones jóvenes o nuevas, que aún no alcanzan su potencial productivo. De todas maneras, más de la mitad de lo que se produce se exporta a través a la compañía Ferrero, en Argentina denominada AgriArgentina.
El resto de la producción se vende en el mercado interno. En los últimos años hemos notado que las heladerías y chocolaterías nacionales valoran y priorizan la producción nacional por la excelente calidad de fruta, pero demandan avellanas sin cascara, tostada y calibrada. El desafío está entonces en ofrecer productos procesados con valor agregado de base y de calidad diferenciada.
