Ante la inminencia de condiciones climáticas adversas en diferentes regiones de Chile, el Ministerio de Agricultura ha lanzado una serie de recomendaciones esenciales para salvaguardar las actividades agrícolas en el país. Estas directrices son fundamentales para proteger las cosechas, el ganado y las infraestructuras agrícolas, y deben ser tenidas en cuenta por todos los agricultores y agricultoras.
En primer lugar, es imperativo revisar el estado de los invernaderos, galpones y bodegas, asegurando la protección adecuada de los insumos, las cosechas y los productos químicos. La preparación y habilitación de surcos para facilitar el drenaje del agua y evitar anegamientos son tareas cruciales en esta temporada. Además, mantener los caminos de los predios en óptimas condiciones ayuda a prevenir problemas en los podales e infecciones en el ganado.
La precaución al transitar o mover animales cerca de ríos, cauces o zonas propensas a inundaciones es vital para evitar situaciones de riesgo. En sistemas extensivos de pastoreo, se recomienda evitar dejar animales en zonas bajas o propensas a anegamientos.
Además, es importante estar atento a la acumulación de agua en estructuras agrícolas y alrededor de cultivos, ya que esto puede propiciar enfermedades y anegamientos que afecten negativamente a las cosechas.
En cuanto a la planificación y manejo durante la temporada de invierno, se sugiere ubicar los invernaderos en zonas elevadas del terreno y cultivar variedades resistentes al frío. Planificar las labores antes de las heladas puede marcar la diferencia en la protección de los cultivos.
Durante los días de invierno, abrigar los invernaderos con doble capa de plástico y mantener el suelo húmedo mediante riegos adecuados son medidas importantes para proteger las plantas. Asimismo, ventilar el invernadero durante el día y cerrarlo en la tarde contribuye a mantener una temperatura estable.
En caso de heladas, se recomienda asperjar agua sobre las plantas y considerar la instalación de estufas para calefaccionar invernaderos en situaciones extremas.
Es esencial que los agricultores y agricultoras sigan estas recomendaciones y se mantengan informados sobre los pronósticos locales, ya que las condiciones meteorológicas pueden cambiar rápidamente. La preparación y la prevención son clave para enfrentar los desafíos que presenta el clima en la actividad agrícola.