
Las llamas no dieron tregua esta semana en las regiones del centro-sur de Chile, especialmente en el sector norte de La Araucanía. El saldo preliminar indica que más de 700 agricultores se vieron directamente afectados por los incendios, según informó Camilo Guzmán, presidente de la Agrupación Agricultores Unidos. Otros 300 agricultores habrían sufrido perjuicios de manera indirecta, según se describe en el reportaje del Diario Financiero.
Los siniestros arrasaron cultivos, ganado e infraestructura agrícola. «Se quemaron principalmente empastadas, praderas, bosques nativos y plantaciones», detalló Guzmán. Además, se registraron pérdidas de casas, bodegas y maquinaria. Cifras de Conaf indican que hasta el jueves se habían consumido 20.386 hectáreas en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía.
Según datos de la Corporación Nacional de Madera (Corma), al 12 de febrero el balance de incendios es favorable en el país frente a lo ocurrido el año pasado. Sin embargo, en la Macrozona Sur ha habido un aumento de superficie en hectáreas afectadas de 11%. En la comuna de Cautín, en La Araucanía, los números muestran que en esta temporada (24-25) se quemaron 10.496 hectáreas, mientras hace 12 meses fueron 2.967. En Malleco, van 9.839 hectáreas y en la temporada 2023-2024 fueron 4.291 hectáreas.
Entre los casos más dramáticos está el de Pablo Ruff, agricultor de Victoria, quien vio cómo las llamas consumieron 15 hectáreas de trigo y maquinaria valuada en $60 millones. “Sentí desesperación al ver el humo y luego las llamas», relató. En Traiguén, Geremías Torres y su familia calcularon pérdidas superiores a los $200 millones, que incluyen un tractor recientemente adquirido y cultivos de raps.
El Ministerio de Agricultura decretó emergencia agrícola en la zona, permitiendo a los gobiernos regionales destinar recursos a la asistencia inmediata. Sin embargo, Guzmán advirtió sobre la urgencia de reactivar la producción y apoyar también a los agricultores que no son usuarios de Indap.
Los dirigentes del sector agrícola recalcaron la preocupación por la seguridad alimentaria a futuro. “Sin financiamiento para la recuperación productiva y sin apoyo concreto, la escasez de alimentos está garantizada”, señaló Guzmán.
Los agricultores afectados hacen un llamado urgente al Gobierno para ampliar las ayudas y asegurar la continuidad de la actividad productiva en la región.
Fuente: Diario Financiero