
El investigador del INIA y especialista en riesgo climático, Raúl Orrego, entregó proyecciones climáticas para los próximos meses, anticipando un otoño con menos precipitaciones de lo normal y temperaturas más altas en distintas zonas del país.
De acuerdo con Orrego, los modelos climáticos indican que marzo, abril y mayo serán más secos de lo habitual, aunque no se descartan eventos aislados de lluvias intensas. «El pronóstico general es de un otoño seco, pero esto no significa que no puedan ocurrir episodios de precipitaciones significativas en cortos periodos de tiempo», señaló.
En relación con las temperaturas, el especialista explicó que se esperan máximas por sobre los valores habituales para la temporada, lo que podría impactar en cultivos y producción agropecuaria.
El pronóstico para el otoño de 2025 sugiere menos precipitaciones en gran parte del centro y sur del país, pero con un aumento en la humedad en el altiplano. A pesar de la baja probabilidad de que se desarrolle un fenómeno de La Niña, se espera un mes de abril con lluvias por debajo de los valores normales para esta época. La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) también entregó su informe para la temporada, destacando que se esperan menos lluvias de lo habitual en el centro y sur del país durante los próximos meses.Orrego también enfatizó la importancia de la gestión hídrica ante la posibilidad de un invierno más seco. «Es clave que los agricultores evalúen sus niveles de agua disponibles y optimicen el riego desde ya», recomendó.

En la foto el investigador Raúl Orrego.
Por otro lado, el especialista recordó que los eventos climáticos extremos se han vuelto más frecuentes debido al cambio climático. «Las lluvias intensas pueden generar problemas como inundaciones y desbordes, por lo que es fundamental que los productores preparen su infraestructura de drenaje y prevengan posibles impactos», agregó.
Finalmente, respecto al impacto en los frutales, Orrego sugirió que los productores consulten con especialistas en fisiología vegetal/asesores para manejar adecuadamente el proceso de dormancia en los cultivos, dado que las temperaturas pueden influir en este proceso clave para la producción.
Estas proyecciones refuerzan la necesidad de planificación en el sector agrícola para enfrentar un otoño y posiblemente un invierno con menores precipitaciones de lo habitual, marcados por temperaturas que podrían seguir siendo superiores a lo esperado.
Para obtener más información te invitamos a descargar el Boletín Nacional de Análisis de Riesgos Agroclimáticos para las principales especies frutales, los cultivos y la ganadería marzo 2025 acá.